Tal vez renunciaste a tu empleo o hayas sido cesanteado (a) y lo que te estás preguntando es, ¿y ahora qué hago? ¿Qué es lo próximo? Te comparto dos posibles maneras de evaluar cómo te sientes para así empezar a tomar acción:

  1. Tienes la mente llena de opciones. ¿Quieres buscar empleo o quieres emprender con esa gran idea de negocio que hace tiempo tienes? Incluso, puede ser que quieres volver a estudiar o trabajar a tiempo parcial.  Existe la casualidad que te sientes lleno (a) de energía y quieras empezar a buscar las mejores oportunidades para tu vida y carrera. ¡Te sientes optimista sobre tu futuro!
  2. Puede ser que te sientas perdido (a) y no sabes que hacer ni por donde empezar. Buscar alternativas se ha convertido en una nube gris. Cada día sientes que no tienes las energías para empezar. Salir a buscar empleo, pensar en emprender, tomar un“break” son alternativas que entiendes que no son para ti. Tienes dudas, confusión y un poco de miedo. Incluso, el desánimo y la falta de motivación te están paralizando. Puedes ver todas las razones del porque no podrás lograr tus metas y tratas de evitar casi todas las opciones que se presentan. ¡No sabes que hacer porque no sabes que quieres para tu futuro!

¿Cuáles de estas dos maneras de pensar te describen en este momento?

Si escogiste la #1 te diré que la ventaja de sentirte optimista es que verás muchas opciones para tu carrera. Pero ten mucho cuidado, ya que mientras más opciones tengas menos será la probabilidad de tomar acción. Ya que pudiese ser que empieces muchas de estas, pero no las terminarás. Las opciones nos apoyan a ver las alternativas que tenemos, pero también pueden llegar a paralizarnos. El desafío de las opciones puede llevarnos a invertir nuestro tiempo y dinero en diferentes decisiones que no nos darán resultados. Por ejemplo: alguien de altas opciones decide buscar empleo y todos los días aplica a cada empleo que encuentra. De esta manera completa 10-15 solicitudes a la semana y pudiese ser que solo cualificaba para 5. En este momento es donde las opciones se convierten en una navaja de doble filo, ya que nos ilusionamos por la cantidad de aplicaciones y no por la calidad de nuestra búsqueda y selección. Por eso es muy importante que logres definir claramente tu meta y luego evalúes los pasos a seguir.

Si escogiste la opción #2 te diré que hay una gran ventaja, estás tomando las cosas con calma y podrás identificar que serán esas cosas que no saldrán bien. Pero la desventaja de esto es que a todo le encontrarás razones del por qué no lo debes hacer. ¡Le buscarás las tres patas al gato ? ! Incluso, acá entre nos, puede ser que sí las encuentres 😉 En este caso necesitas ser un poco más abierto (a) a las posibilidades. ¿Cómo lograrlo? Deja de pensar en todo lo negativo, minimiza esos pensamientos de dudas y cuestionamientos. Despeja tu menta de esa nube gris y comienza a visualizar hacia donde quieres dirigir tu vida y carrera. Piensa fuera de la caja, evalúa las oportunidades que te lleguen y toma decisiones confiando en que cada experiencia te regalará grandes aprendizajes.

¿Por dónde empezar?

Definir cuál será ese próximo paso puede ser un poco abrumador. Por lo cual, te comparto a continuación algunas alternativas que tienes para continuar tus metas de carrera:

  • Busca Empleo a Tiempo Completo o Parcial
  • Crea tu empresa
  • Conviértete en un “Freelancer” = (Trabajar por cuenta propia)
  • Toma un «Break» en tu Carrera
  • Matricúlate en la Universidad
  • Obtén una Certificación
  • Completa un curso “online” o presencial
  • Haz voluntariado
  • Solicita a Internados

Espero que estas alternativas te apoyen a contestar esa gran interrogante… ¿Y ahora qué?

¿Necesitas apoyo para empezar esa próxima etapa en tu carrera? ¿Tienes preguntas o dudas? ¿Quieres que escriba de un tema en específíco? Escríbeme y te apoyaré bianca-negron.com