¿Qué hago?, fue lo primero que vino a mi mente cuando caí en cuenta que lo que había pasado era algo inimaginable. Las imágenes hablaban por si solas (aunque realmente había que verlo para creerlo…eso me cuentan y no lo dudo). Cada noticia era más devastadora al punto de uno llegar a sentirse sin esperanza, pero, sobre todo se podía sentir impotencia, sentimiento que muchos puertorriqueños en la diáspora también sentíamos. Lo peor era la desesperación de estar lejos de los nuestros, de sentir esa impotencia al máximo porque no hay cabeza y corazón que pueda razonar dentro de tanto dolor, miedo y frustración. Las emociones, día a día, estaban a flor de piel y las noticias y comentarios no eran alentadores, sino que generaba dolor y coraje hacia la burocracia, la injusticia y la incompetencia. Pero dentro de todo el caos, miedo y dolor vivido se logró ver y sentir algo maravilloso; solidaridad.

“La única cura para el dolor es la acción” – George Henry Lewis

Así que en mi hogar nos dimos a la tarea de tratar de alejar nuestra mirada llena de dolor hacia una mirada de acción. Era algo que teníamos que hacer ya que el que está atravesando la situación está tan cerca del escenario que su mirada le impide ver desde otro panorama las posibilidades e incluso, tener esperanza. Por eso es que el apoyo de la diáspora y de muchas otras personas fuera de la isla fue clave. Distraer la mirada del objeto central del dolor es imposible cuando lo estás viviendo cada día, por eso en mi hogar nos tomamos la tarea de accionar y estoy segura que en muchos otros hogares hicieron lo mismo.

Te cuento que las llamadas de amistades de otros países, incluso de desconocidos y vecinos en querer ayudar a los nuestros, no paraban. Y mientras escribo estas líneas revivo lo que, en mi hogar en Virginia, mi esposo y yo vivimos. No soy persona de compartir en las redes sociales todo lo que hago, soy reservada en algunas cosas, pero si te quiero compartir, después de un año, un poco de lo que mi esposo y yo fuimos testigos. Ambos queríamos ir a la isla, pero no era tan sencillo y más aún, yo estaba empezando un nuevo empleo. Entonces, decidimos que mi esposo se iría a Puerto Rico, desde ese día empezamos a organizarnos para que él pudiera llevar todo lo más que pudiese; comida, baterías, linternas, etc. Lo que nunca íbamos a imaginar era que al salir a las tiendas a comprar comida y otros artículos desconocidos llegaran a darnos dinero (sin pedirlo) para las compras. Incluso, a veces se disculpaban por los comentarios del presidente en la prensa sobre la situación en PR. ¡Hasta un banco de comida de una iglesia nos dio de sus alimentos, amistades de otras nacionalidades nos dieron dinero y compra! Realmente son experiencias que te devuelven la fe en el ser humano, que te cambian la vida.

Otra de las tareas que me propuse fue recolectar artículos de las impresiones de colegas puertorriqueños en la isla y en la diáspora. Esta idea se me hizo un poco retante ya que no había servicio de internet o electricidad y para otros era algo que aún no podían sentarse a redactar… sentimiento muy válido y comprensible. A mí también me tomo tiempo para sentarme y redactar ya que como a muchos les pasó, había sentimientos encontrados. Pero, en ese llamado que hice dos compañeras me hicieron llegar sus escritos. Los he archivado por un año y creo que este es el mejor momento para compartirlos contigo. Estas son puertorriqueñas que están en puntos muy diferentes, pero su solidaridad por los nuestros las une y en esta frase, que te comparto a continuación, se revela, realmente, lo que muchos experimentamos gracias al huracán María…

“El duelo no te cambia, te revela” – John Green

Esta frase va como anillo al dedo para lo que se vivió en Puerto Rico. En la adversidad es que logramos mostrar de que estamos hecho; así fue que se reveló algo de nosotros que siempre estuvo allí sin importar que vivamos o no en Puerto Rico. Y eso que siempre está con nosotros sin importar la distancia, es nuestro amor patrio y solidaridad. Somos buenos de corazón y los buenos somos más… y siempre seremos “BORINCANOS AUNQUE NACIERAERAMOS EN LA LUNA”, esto lo llevamos en el corazón y en el medio de dolor se demostró.

Te presento a las autoras invitadas en esta edición especial de mi blog:

Artículo: 6,656 kilómetros                                 Autora: Dra. Annette S. Ortiz Miranda

  La Dra. Annette S. Ortiz es una Junqueña, afincada en Valencia, España, desde hace ocho años. Después de terminar mi bachillerato en Química en el RUM, decidí especializarme en conservación de obras de arte y para ello me fui a España. Actualmente, soy doctora en Ciencia y Conservación de Patrimonio Histórico-Artístico especialista en análisis científico de obras de arte. En los años que llevo fuera, he tenido la oportunidad de trabajar como “freelance” en la restauración de grandes y pequeñas obras, así mismo, he participado en varias publicaciones y congresos a nivel internacional. También, tuve la oportunidad de trabajar como voluntario en la restauración de edificios en el casco antiguo de la ciudad de Fez, Marruecos. Annette S. Ortiz Miranda, Ph. D

Artículo: ¡Mucho gusto María!                                     Autora: Saraí González Berríos

   Saraí González es una profesional dinámica que mueve a empresas a fortalecer mecanismos para obtener resultados.  Cuenta con veinte años de experiencia en el campo de los Recursos Humanos, una Maestría en Gerencia de Recursos Humanos y certificaciones tales como Situational Leadership II, Bullet Proof Manager y Compensación/Beneficios, ejerce con entrega y pasión la profesión de los recursos humanos.  Es miembro de la Junta de Directores de la Sociedad para la Gerencia de Recursos Humanos, Capítulo de Puerto Rico, donde ha ejercido como Directora de la Región Este (2015-2016) y actualmente Directora de Programa (2017-2018). Además es miembro de la Asociación Profesional de Relaciones Laboral (APRL) y de la Women Speaker Association.