¿Es mejor estudiar en Estados Unidos o en Puerto Rico? ¿Qué carrera será la mejor? ¿Te preocupa quedarte sin empleo? ¿Qué será de nuestro futuro laboral?

    Estas eran algunas de las preguntas que 50 jóvenes de Puerto Rico, entre las edades de 15-18 años (Generación Z), me hacían durante el programa de Coaching de Vida, Liderazgo y Carrera, WORLD. Era impresionante ver y sentir su preocupación en cuanto a la inestabilidad laboral y económica del país, pero también conscientes de los desafíos familiares. Sus inquietudes eran muy válidas; en esas semanas Puerto Rico estaba enfrentando uno de los sucesos políticos más importantes de la historia, la renuncia del exgobernador, Ricardo Roselló. Los comentarios y reflexiones de estos jóvenes eran impresionantes, muy profundas y relevantes. Pero, también reconozco que su creatividad, ocurrencias y manera de expresarse en ocasiones nos hacían reír, conectar y disfrutarnos el proceso de exploración de carrera y autoconocimiento.

    La pregunta: ¿qué será de nuestro futuro laboral? me retumbó por varias semanas. La razón fue porque tuve la oportunidad de compartir con profesionales durante la Certificación en Salario Emocional y estos comentaban los desafíos que están enfrentando en su organización. Estos desafíos se inclinaban a los temas de Reclutamiento, Selección, Retención y Diversidad Generacional. En su mayoría, los comentarios siempre se basaban en una comparación de generaciones; «mi generación no es así, «nosotros somos diferentes», «ellos no son leales»… y, lamentablemente, estas son las frases y actitudes que crean barreras en la comunicación y empatía entre las generaciones.

    ¿Qué será de nuestro futuro laboral? se convirtió en una pregunta que seguía internalizando. El futuro laboral en el cual esta nueva generación se enfrentará estará lleno de inestabilidad y demandará mucha resiliencia para ser empleables. Y así, recordé la frase de Ayesha Siddiqi «sé la persona que necesitabas cuando eras más joven». Entonces, ¿qué tal si nosotros como líderes empezamos a invertir en su futuro laboral? Actualmente las escuelas y las universidades no están actualizadas para darle a estas generaciones las herramientas que ellos necesitan. Por eso es necesario que nosotros los apoyemos, ellos son clave para lograr un mejor futuro.

A continuación, te comparto 4 técnicas que me han apoyado mucho a conectar con la Generación Z:

1- Identifica diferentes maneras para compartir información y aprendizaje. Cuando trabajo con la Generación Z utilizo diferentes técnicas, dinámicas, actividades fuera de la oficina, y les permito hacer otras tareas mientras comparto información (les permito colorear mandalas, hacer origami o dibujar). ¡Créeme que funciona! La experiencia me deja compartirte que en la mayoría de las veces el que está «doodling» está prestando más atención que el que te está «atendiendo». Recuerda que su tiempo de concentración es corto, por tanto una reunión de horas será realmente un reto y disminuirá su «engagement».

2- Escuchar sus ideas. Se estima que la Generación Z será la generación más emprendedora. La razón es que estos tienen un alto dominio de la tecnología, redes sociales y también están más abiertos a crear colaboraciones y ser «freelancers». Esta característica puede ser un desafío cuando entren al mercado laboral y tengan un jefe «micromanager» o incluso que no les dé la oportunidad de compartir su conocimiento. Por tanto, es importante que un buen líder/jefe tenga la habilidad de escuchar sus ideas y convertirse en un mentor, incentivando el peer-to-peer work (colaboraciones en donde cada persona puede compartir sus talentos y conocimientos).

3- Fomentar la Inclusión. Si tienes diferentes generaciones en tu equipo de trabajo es importante que identifiques como estos se pueden integrar, buscando sus similitudes, identificando pasiones e incluso las brechas de conocimiento. En muchas ocasiones, se recluta buscando la diversidad pero la inclusión no se da y aquí es donde inicia el problema de retención. Todas las generaciones buscan ser respetadas y apreciadas como miembros valiosos de la organización, por tanto, debemos evitar la comparación y los comentarios negativos hacia cualquier generación. La meta de la inclusión es crear un ambiente de trabajo de confianza y participación.

4- Sé un líder empático. Un líder empático logra generar comprensión sobre lo que el otro puede estar experimentando. Créeme, no está nada de fácil toda la presión y la abundancia de información en los medios sociales que estos jóvenes tienen hoy día. ¿Te imaginas creciendo en estos tiempos? ¿Qué desafíos tendrías? Ser empáticos dentro del marco de referencia de lo que le ha tocado vivir a estas nuevas generaciones nos permitirá ser mejores líderes. Cuando tenemos la capacidad de comprender o sentir lo que ellos están experimentando logramos crear mayor inclusión.

Te invito a que busques el diálogo, comunícate con tu empleado o tu hijo, apóyalo (a) a  identificar las herramientas y oportunidades claves para su empleabilidad. El futuro laboral de esta generación también depende de nosotros. Sé ese líder/jefe que los inspirará a ser mejores y dar lo mejor de sí a otros. 

«Cualquiera que se apasione por lo que hace tendrá una mejor oportunidad de conectarse con las generaciones futuras que aquellos que simplemente siguen tendencias transitorias. Al menos su trabajo tendrá un carácter distintivo, y esto es a lo que la gente responde, creo.» – Giorgio Armani